Me gustan las madrugadas, a veces me atormentan, otras rompó en llanto, también me he enamorado, por diferencia horaria o por la delicadeza que aflora de personalidades de verdad, de miedos, de sentimientos sinceros, los verdaderos (tú)yos.
En medio de la oscuridad de un silencio ensordecedor, suena de fondo esa canción en un idioma que no logro reconocer pero se me hace tan familiar, quizás francés, italiano o catalán.
Alguien me dijo que sin responsabilidad afectiva te deje ir sin dar explicaciones pero hoy te escribo con intención de despedirme, o al menos haré el intento.
Quiero que sepas que te quiero, no sé si te has colado en mis huesos, podría exagerar y decirte que te has tatuado a fuego en mi piel, que nadie nunca toco mi cuerpo como lo hiciste tú, que nunca nadie desnudo mi alma como lo has hecho tú, lograste quitarme una pesada armadura que se construyó a base de daños, de soledad, malas casualidades, unas cuantas ruinas y amores que no llegaron a buen puerto.
... como nosotros.
No, no te estoy culpando ¿cómo podría hacerlo? Si me hiciste tocar las estrellas con las manos aunque fuera solo un momento.
Me despido porque tengo miedo de destruirnos, aunque los daños colaterales me los lleve yo, tú por tu parte ni cuenta te darás de que me he ido.
Así como también es probable que termine diciéndote a la cara que me voy por miedo a reconocer que algo está floreciendo en mi estómago, las mariposas revolotean con fuerza y yo estoy apunto de vomitar. Y soy demasiado cobarde para aceptarlo.
Cobarde, porque pese a dos posibles respuestas, prefiero autosabotearme como lo he hecho siempre, no soy de probabilidades, no me gusta el azar. Me aterra la respuesta positiva a mi pregunta y me destruye la negativa.
No puedo reclamarte si me dices "todo esta bien, te quiero, pero no puedo quedarme" y lo aceptaría solo por el hecho de tener la valentía de hablar con la verdad y yo te creería.
Ilusa, ingenua, puedo ser todas ellas pero que nadie se atreva a cuestionar las mariposas, menos si estas están decididas a abrir sus alas y volar lejos de estas ruinas.
Han sonado las campanas en la catedral,
el cielo se abre a un sol radiante,
en casa aún es de noche y tengo esa sensación de echar de menos.
Son 29,
que habrá días en que se sentiran como 17
y muchas otras como 50.
Espero que mis sueños no se resientan,
Menos cuando me siento pequeña.
... soy más simple de lo que me creía.
Ya no quiero más abrazos de tecnología,
Quiero abrazos reales que calmen los 29 otoños
Que se desatan aquí dentro.
Nunca,
Sé que no soy de usar esa palabra por temor a lo que acarrea, pero esta vez es necesario.
Nunca, nunca me he quitado la armadura como ese día, no suelo abrirme fácilmente a la gente, aunque muchos dicen que soy un libro abierto, que soy fácil de leer, que si no me delata mi cara, o en estos tiempos donde abundan los cubrebocas, lo termina haciendo mi mirada que con el tiempo ha aprendido a hablar por si sola.
Que irónicas las vueltas de la vida, jamás me detuve a pensar que un beso, una caricia, una mirada, me harían dar ese paso en falso que no me he atrevido a dar por miedo a perder(me).
Tengo regados tus besos por cada una de mis imperfecciones, tengo tu aroma plasmado en mi piel, el sabor de aquel licor y cada sensación a flor de piel.
Dije que no me iba a enamorar, pero aquí estoy echándote de menos.
Tejiendo alas...
Me he rodeado de personas que me invitan a seguir adelante, a ser mejor persona, esas que te empujan a salir de tu cama, de tu casa y a seguir tus sueños.
El problema es que estoy lidiando con demonios que creía controlados, con personas, con pensamientos, con situaciones, que la pandemia no ha hecho más que liberar uno a uno de las jaulas en las que estaban cumpliendo sentencia.
He descubierto que este año conocí una versión más frágil, sensible, pero al mismo tiempo, mucho más fuerte, de mi misma.
Me he dado cuenta que extraño mi vida antes de que todo este caos ocurriera, pero no tanto mi vida antes de, sino que extraño lo libre que éramos, extraño a la persona que era, pero abrazo fuerte a esta extraña versión de mi misma.
No sé si es un momento difícil o complicado el que atravieso, el cansancio está pasando la cuenta, los miedos a veces me paralizan, la frustración y el insomnio se vuelven a hacer presentes.
Y pese a todo eso, no pretendo detenerme.
Soy ese jueves 8 de abril de 1993.
Soy quien nació un día antes de lo esperado, ansiosa desde antes de dar el primer alarido de vida.
Soy mis 28 otoños,
28 infiernos,
28 vueltas al sol,
28...
Soy la niña a la que le gustaba bailar.
Soy la niña que se desgarra la garganta al cantar su canción favorita.
Soy la que llora siempre que puede con tal de liberarse.
Soy... Yo.
Soy mis ganas de reír,
Soy mi ansiedad,
Soy, a veces, mi peor enemiga.
Soy mis dos nombres y un apellido.
Soy la que intenta pisotear el cielo azul,
Soy a quien no quieres conocer,
Soy esa risa estruendosa a las 2 de la tarde
Soy ese estornudo particular,
Soy...
La del cumpleaños,
Y mi niña interna esta bailando,
Yo la imagino feliz,
mientras las lágrimas se acumulan en mis mejillas.
Feliz cumpleaños a mi.
Lloraré tu muerte hasta que me enfríe...
Sí el corazón se enfría, no le pongas agua tibia para calmar sus heridas, dejalo sangrar, dejalo llorar, deja que le duela, que me duela y que viva el dolor, tomalo, mimalo, acunalo pero con cuidado para que no se rompa más.
De a poco recuperará su sentir, su latir, de las ruinas volverá a surgir.
En algún momento dejará de llorar,
En algún momento dejará de doler.
Deja que las ruinas sean ruinas, ya lo han sido antes y sobrevivió, deja que el dolor se disipe en esta ciudad de nadie, después de todo en este hogar ya no habita nadie. En los escombros está escrito tu nombre, Barcelona no será igual de bonita desde que dejaste de habitar en mi pecho.
Cariño, estoy destrozada pero no tendrás la suerte de enterarte, no tendrás el placer de hacerlo, esto no llegará a tus manos, ni tampoco a tus oídos, porque aunque este escrito no habrá palomas mensajeras de por medio y tampoco voy a gritarlo, o quizás sí, voy a gritar tan fuerte, desde mis entrañas gritaré que te quiero y me duele que hará tanto eco en mi mente y las palabras no abandonaran mi boca, porque te quiero y no tendrás más motivos para reprocharme tu dolor, ni seré arma de doble filo dañandote a mano armada y al mismo tiempo apuñalandome aún más.
En este lugar no habrá despedidas, tú quieres una despedida digna de películas, pero olvidaste que a mi no me gustan, que me voy ya sin hacer ruido, en su momento lo hacía porque no quería irme, pero hoy es diferente, ni tú estás aquí, ni yo puedo quedarme, sin contar la infinidad de veces que me he despedido y he vuelto porque no soy tan valiente como para dejarte. Debes tener en cuenta que me voy sin decirle adiós a aquello que nunca empezó.
Te quiero, quizás lo haga siempre, pero no por ello dejaré que me detengas a mitad de camino, no me gusta quedarme como cuña en la puerta, donde no entras, pero tampoco te vas, y no, no me gusta estorbar.
Me voy a quedar en un pequeño rincón, sin hacer mucho ruido, donde no logres saber de mi, donde ya no te duela mi nombre, donde no te duela mi recuerdo, ni donde sepas que yo no te he olvidado, lo he intentado infinidad de veces y creeme que no ha resultado, pero si he de sacarte de mi, lo voy a hacer aunque duela, lo haré de ser necesario, por ti, por mi.
Te voy a arrancar de mi con uñas y dientes, para que duela, para que sangre, para que mengüe el amor, amor que alguna vez olvidaré.
Así que deja que repose, aplicale sal y que escuesa sus heridas, deja que se enfríe y así en algún momento ya no te querré como hace un instante, deja que se enfríe, para que vuelva a latir con fuerza y brillar como nunca antes lo ha hecho.
Creo haber conocido muchas versiones de mi, entre ellas la más frágil, la más rota pero a sí mismo también conocí a una muy fuerte.
Podemos decir que el año que se fue, no fue de los mejores, tenía un número precioso y nos enseñó bastante, era lo que merecíamos.
No más sorpresas, ni más ni menos, basta de abrazos impuntuales, empecemos a volar aunque tengamos las alas rotas.
La vida es aquí y es ahora, aun queda camino por recorrer, la magia existe en esos 3 o 4 minutos de tu canción favorita, en esa carcajada antes de romper a llorar, en aquello que te quita el sueño.
Quiere a morir, sonríe, ríe, llora, grita, canta y sobre todo todo se feliz...
Bienvenido 2O21.
Creo haber escrito y borrado esto unas veinte veces, es difícil, escuchame bien, decirle a alguien algo que le has dicho más de mil veces o simplemente que ya tú, sí tú, ya lo sabes.
Eres ese poema que no me atrevo a terminar, porque sentir todo esto debería estar en el instructivo para enamorarse.
Eres esa mirada azulada que busco entre tanta gente, el primer mensaje en plena madrugada, el jetlag que sufriría sin quejarme, las buenas noches, la risa coqueta y ese acento particular.
Eres a quien busco cada vez que me vuelvo pequeña y el mundo se me cae encima, quitas las ruinas y haces que siempre salga el sol.
Eres esa brisa de verano, el café de las diez, ese libro que no me canso de leer, mi película favorita, mi lugar a salvo, mi lugar feliz, ese al que escapó de vez en cuando.
Eres ese 4 de diciembre en el que naciste, ese diciembre que me cautivaste, ese febrero que de ti me enamoré sin saber que caía en ese bucle llamado amor.
Y porque eres todo aquello que no quería y encontré, porque eres aquello que pedí y llegó. Porque eres todo aquello que soñé, porque cumples años y yo no quiero estar ausente...
Feliz cumpleaños pequeño.
Lágrimas
Lágrimas
Lágrimas
Y poca afluencia de aire a los pulmones
... He dejado de respirar,
Pero el corazón me late a cien,
Su sonido es enternecedor,
Diría el tonto, enamorado y soñador
Pero no, no es nada de eso
Es extenuante,
Agobiante y
Me atormenta su bombear.
Me tiemblan las manos
En un vaivén silencioso
Nadie sabe que tanto duele
La noche esta triste
No logro saber si algo está retrógradando
O simplemente soy yo otra vez...
Sin pensarlo voy a partirme las alas, voy a andar por un mundo en tonos grises, siempre he sido más polilla que mariposa, aunque quizá no lo merezca, soy un ángel caído, una muñeca pérdida sin rumbo en distintos bares buscando inspiración en canciones que abren heridas para verlas sangrar.
Todos tenemos marcadas las Alas,
Todos sentimos el mismo Dolor,
Todos sufrimos algunas mañanas...
Todos buscamos Amor.
Toda nuestra vida,
Solos para siempre
Y solo fue una noche,
Pero yo sigo pensando solamente ti.
Le pido perdón a cada fibra de mi ser,
a mi estomago por las mariposas que termine vomitando miles de veces.
A la almohada por llenarla de lágrimas noche tras noche,
No pienses que no voy a echarte más de menos, lo haré, pero en menor cantidad día tras día hasta que ya no quede nada que extrañar.
Le pido perdón a mi cabeza por los malos pensamientos, por la ansiedad, el insomnio que se hace presente en mi cama.
Le pido perdón a mi corazón por no dejar de hacerle daño una y otra vez.
No te preocupes, yo estaré bien.
Me uno al clan o quizás no.
Mi niña interna está bailando mientras escucha su canción favorita, los mounstros que invaden mi mente han hecho un mal conjuro y hoy duermen sobre mi cama.
De todas mis versiones, creó que esta última es la que más me gusta, la que tiene los ojos soñadores, la que sigue sonriendo aún cuando tiene el alma rota, la que disfruta del sol y un buen libro, la que sufre de insomnio y pierde el sueño por todo aquello que le roba una sonrisa.
Hoy me miro al espejo y me abrazo fuerte, porque los 27 otoños comienzan su nueva temporada.
Feliz cumpleaños a mi.
Hay días en que tengo ganas de no tener ganas.
Otras quiero comerme el mundo y muchas otras quiero simplemente fluir y no influir.
¿Recuerdas aquella noche? Sonreiste y mis barreras se vinieron abajo, mi mundo se vino abajo. Todo aquello en lo que creía había desaparecido como si de magia se tratará.
Aun recuerdo el tacto de tu camisa sobre mis hombros, me sé el recorrido que tienen tus tatuajes, he acariciado cada lunar y cada cicatriz que adorna tu piel, me he impregnado de tu aroma a menta y alcohol.
Pero también hay días en que todo pasa, no siento nada y todo me agota, me he hundido en vasos sin contenido y aún así en esos días he recordado el tacto de tus manos frías sobre las mías, recuerdo los escalofríos que causaba, solo de pensarlo se me pone la piel chinita.
Y no... No debería acordarme de todo aquello, porque el recuerdo es un arma de doble filo y yo tiendo a ser un arma suicida.
Siempre que pierdo el norte y siempre que el vacío hace estragos dentro de mi pecho, escuchar y leerme a Sabina parece buena idea, me hace parecer que no estoy vacía del todo, que soy capaz de sentir algo, queriendo creer que estoy tan viva como aquel 08 de abril a las 09:15 hace un par de decenios y un poco más, en ese frío hospital donde diste tu primer llanto, haciendo saber que habías llegado a un mundo de apariencia poco hostil o eso decía mamá.
Nacimos llorando, y creo que desde entonces no he dejado de hacerlo.
... te he escrito
365 cartas...
lo que equivale a un año
Y ya no puedo seguir haciéndolo
Ya no puedo seguir desangrandome
A diario.
Y es la forma más pura de amor propio que has podido darme.
Envío urgente...
Anudaba mi pañuelo para recordar aquellas cosas que eran importantes y no debía olvidar por mucho que pasara, por mucho que doliera ¿lo gracioso? Terminaba olvidando lo esencial, como respirar y los nudos se atoraron en medio de mi pecho, en medio de la garganta al punto de desbordar las lágrimas.
Hay días en que soy y otros en los que siento.
Hay días en que aparezco y otros en que me desvanezco.
He escrito esto tantas veces y sigo dejando todas y cada una de las cartas sin remitente por miedo a que sepas que voy a herirte.
Sí bien es triste esto que voy a decirte es que estoy y estaré totalmente agradecida porque hay cosas que por mí cuenta no las habría aprendido y te voy a echar de menos.
Descubrí que sí existe cura es porque antes hubo heridas que con mimos curaste... Y esta vez soy yo quien lo siente, me he convertido en ruinas una vez más...
- Shh... ¿Escuchas eso?
- ¿Qué cosa?
- Precisamente de eso hablo, todo esta en silencio, sin contar por las agujas del reloj que resuenan y hacen eco, pero dentro de todo solo hay silencio, todo esta en calma.
- ¿Debería tener miedo de ello?
- No, no te aterres es solo la ataraxia, así le llamaremos, la paz indescriptible que se siente, y ya no es gracias a los medicamentos, es por ti que estas cerca de las puertas de aquella esperada sanación. Ya no hay sonrisas forzadas, ni ojos al borde de las lágrimas, ya no más "rompí a llorar en medio de la noche, y del día, y de la tarde" ya no más. Sólo hay paz, pero no te acostumbres a ella, porque los huracanes a veces se forman sin hacer mucho ruido, pero no te asustes, disfrutala mientras más se pueda.
Escribo esto por necesidad, por pena, angustia, porque me cuesta respirar y las ganas de llorar no me abandonaran.
Esta noche me doy cuenta que estoy hecha de aquel que me reparo y luego me destrozó. Estoy tan rota que tengo miedo de hacerle daño a alguien con lo poco que queda de mí.
Sé que esta es la historia de siempre, te despides, recaes y vuelves a llorar por lo mismo, no, no es una relación tóxica, yo lo llamo círculo vicioso de bienestar.
¿Bienestar?
Si, me ha regalado minutos que valen oro, me ha enseñado el significado de ese amor bonito, removió escombros e hizo renacer el lado cursi que creía perdido, se convirtió en aquel en quién volví a amar la vida.
Pero esta vez hasta aquí llegó, porque hasta aquí es sano y esa es la mayor demostración de amor que puedo hacer por los dos y sobretodo por mi misma, es la demostración de amor propio más bonita que me he podido regalar, y no hubo ataduras, me dejo volar libre, sin remordimientos.
Quizás en otra vida nos volvamos a encontrar y si no estamos destinados yo prometo hacer que este se ponga de
nuestro lado...
A veces duele tanto,
tanto,
que no basta con llorar,
que llorar no es suficiente,
Tanto,
que a veces
hasta llorar duele.
Pero no te preocupes,
hay momentos en que sufro demasiado
y luego se me pasa,
sin dejar más rastro
que la respiración entrecortada
y el camino de lágrimas en la cara.
De lo contrario
Nadie se enteraría.
2:26
El miedo es latente.
Hace frío, mis manos están frías y manchadas de sangre.
El pánico corre por mis venas.
Tengo miedo a retroceder.
Todo se vuelve negro,
Todo esta oscuro.
¿Alguien puede oírme?
Es que la música me ensordece los oídos.
Me doy cuenta de que vuelvo a aquello
De lo que me costo tanto salir.
Empiezo por la música,
Le siguen los colores oscuros,
Las ganas excesivas de dormir,
El pánico,
La ansiedad,
Las ganas inmensas de llorar
Y finalmente los malos pensamientos.
Despierta,
Despiertame
Antes de que vuelva a caer.
...y sea demasiado tarde.
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26...
Y no creo estar preparada, nunca lo he estado, estoy aterrada, siempre lo he estado.
El desastre se hace grande, las inseguridades se hacen presente, los miedos observan atentos, mis ganas de comerme el mundo me hace el nudo en el estómago.
Es momento de cambiar el libro, porque voltear la página no ayudo mucho. En este nuevo libro en la primera página escribirás que eres una máquina de cometer errores, que no eres capaz siquiera de seguir al pie de la letra tu plan de vida, y por sobre todas las cosas te vas a llenar de color entre tanta oscuridad, te vas a pintar las estrías, las cicatrices y una sonrisa enorme porque vas a amarte como nunca te han amado antes.
El alfabeto tiene 27 letras, 27 planes y yo voy en el 26, otro plan que arruinar porque la vida dicen que se vive mejor cuando improvisas.
Le sumas uno a tus otoños, a tus inviernos, a tus infiernos, esperando que este sean más sonrisas que lágrimas, que ya el primer cuarto de siglo te enseño bastante de esas últimas.
Y hoy me pido perdón, bajándome un par de estrellas y que el lema sea sonreír aun cuando tenga las manos frías.
Feliz cumpleaños a mi...
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En sueños te tengo...
Cuando Frida Kahlo escribió “No quiero un amor a medias, rasgado y partido por la mitad. He luchado y sufrido tanto, que me merezco algo entero, intenso, indestructible.” En verdad me sentí completamente identificada con ella.
Identificada es la palabra, pero a ello le cambiaría muchas cosas y Frida sería la equivocada, cuando por lo general lo soy yo.
Como por ejemplo puede estar en lo cierto al decir que ni queremos un amor a medias, pero cuando lo has vivido te demuestras a ti mismo que puedes querer por dos y no sé que tan malo sea eso.
He intentado reparar uno que otro corazón rasgado, olvidándome claramente de que el mio se ha enamorado de un sastre.
Un amor partido a la mitad, así como la leyenda del hilo rojo, te conecta a otra persona para tarde o temprano formar sólo uno.
Y quizás merezca, o quizás no, lo que Frida pide a gritos, un amor entero, intenso e indestructible, que nos llene el cuerpo de paz.
Esa paz que encuentro en aquel lugar feliz del que tantas veces me despedí, sí ese que no es un lugar físico, sino un hogar, un par de brazos que no he abrazado, un hogar donde sabes que has estado y mientras más lo recorres, más sabes que es tuyo, sabes donde buscar, incluso estando en la oscuridad.
Y que tóxico puede ser querer volver a un lugar donde te quisieron a medias, donde te destruyeron y construyeron a partes iguales.
Es que noche tras noches con una distancia de meses te vengó soñando y me sigo preguntando por qué sigo despertando, sí es ahí donde te tengo.
Pero yo me amo más...
Otro 14F donde abundan los planes, los globos en forma de corazón, regalos por doquier y corazones enamorados, engañados, rotos y desastres como el mío.
A diferencia de otros años, en este he conocido un amor diferente, el propio, aun estoy trabajando despacito en nuestra relación.
Soy mi mayor boicot, me autosabotaje, ni propio enemigo, por lo mismo voy despacio, siempre tengo miedo de cortarme con mis propias cuchillas y abrir aquellas cicatrices que están pero no sangran, ya no.
Me reconcilio con mi pasado, hago las pases con él, no me olvido de que existe, lo acepto y lo abrazo, con cariño, esperó, por enseñarme a ser quien soy hoy, pero sin darle el chance de seguir causando estragos en un presente indolente y un futuro que me llena de ansías.
Porque yo me amo más, me permito y me prometo que siempre será diferente.
Feliz día de San Valentín.
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Soy...
Enamórate, eso me dijeron.
Después de todo cada quien
Se destruye como puede.
Pero cariño mío,
Olvidaste una cosa,
Soy autodestructiva.
Soy cicatriz,
Soy herida,
Soy mi propia bomba nuclear,
Soy granada sin seguro.
Soy
Todo aquello
De lo que deberías
Escapar.
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De(sastre)
He caído, nuevamente y aunque me enseñaron a ser fuerte estoy a segundos de quebrarme otra vez…
Es peligroso mostrarte tal y como eres sobre todo cuando llevas la vulnerabilidad por bandera, miedo corriendo por las venas, alguien creería que es el rencor hablando, pero no, no es así.
Es uno de mis tantos infiernos hablando, cuesta respirar cuando tienes el nudo en la garganta, ese tan familiar, que se crea cuando hay 10.000 millones de pedazos de corazón regados por el suelo. Y no, no es fácil reconstruir algo así, porque constantemente eres tú misma quien lo hace añicos.
Los minutos se vuelven años, cierro los ojos, momentos felices vienen a abrumarme, y no, no es que me arrepienta volvería a hacerlo otra vez, pero la realidad es buena atacando cuando no ves más colores que el gris.
El corazón de(sastre) aparece nuevamente y es mejor dejarlo actuar.
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Luce in altis...
Que difícil decir adiós a un año que te enseño tanto, un año donde te encontraste contigo misma, donde te caiste y en algún momento pensaste en quedarte en el frío y sucio asfalto, pero créeme ya has pasado por esto antes y si bien saliste ilesa pero varias cicatrices se te quedaron grabadas a flor de piel, pero no tengas miedo. El año esta acabando y consigo se lleva todo lo malo y cruzo los dedos para que solo se quede lo bueno.
Sí es que quiere quedarse…
y si no quiere, no pasa nada.
Sí, lo acepto todo lo que me paso en parte me lo busque, lo acepto, quizás lo merecía. Aprendí como un niño en primer año de Kinder Garden, que cuando cae espera que su madre corra a socorrerle, pero eso no sucede porque no esta cerca, mamá sí estuvo poniendo su mejor sonrisa mientras se rompía por dentro al ver a su avecilla caer, perdón por eso, nunca he querido lastimarte, ni a ti ni a nadie.
Aprendí a reconstruirme, soy fiel a la idea de que siempre todo sucede por algo, por lo mismo estoy agradecida, siempre voy a estarlo, pero también creo estar preparada para dar dos o tres pasos adelante, me libero de un equipaje que pesa, que duele, que hace daño y le doy la bienvenida a una nueva aventura llamada 2019, le doy la bienvenida a quien quiera quedarse y acompañarme a equivocarme. Quien no quiera estarlo la puerta es grande, pero no os quedéis estorbando.
Este año estuvo repleto de momentos, de abrazos, de caminos de piedra en que necesite ayuda para salvarme, la vida da y te sobra, así como también, quita para aprender a quien recurrir cuando pierdes la fe en ti mismo.
Ya no voy a seguir intentando perseguir la cima de todos los acantilados a los que esta acostumbrado mi corazón, ya no voy a dibujar cicatrices sobre otras que siguen siendo recientes, una de ellas ha de ser la más linda, la que me pide a gritos que brille y emerja de las profundidades y así es como lo vamos a hacer.
Así que sacude tu vestido, limpia tus heridas, peina tu cabello, maquillaje a colores, sonríe, brilla, y disfruta de lo que la vida te tiene preparada, si quieres tienes permiso de alejarte del camino que nos marcan.
Feliz nueva aventura.
Feliz 2019.
Adiós 2018 y gracias por haberme enseñado tanto.
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Shh... He venido a hablarte en voz bajita porque no tengo intención de despertarte, he venido a contarte que te he visto volar libre, feliz, riendo a carcajadas, esa que ya no recuerdo bien.
Tengo vagos recuerdos de todo aquello que vivimos, tengo miedo de que se resuman a nada, porque es lo único que me queda de ti.
He estado enfadada con la vida y a causa de ello voy muy despacio, porque siempre quiero que el miedo se aleje, porque es este el que me ha hecho perder a tantas personas y ya no quiero perder más. Sí, a ti no te perdí por consecuencia mía, pero llegué tarde, no insistí y te deje partir...
Estos días son los que más me cuestan, los que más duelen, es difícil ser fuerte aún cuando te cuesta hasta respirar, cuando estas más cansada y más débil.
Y no, no te sientas culpable, ya no dueles como solías doler, ha pasado bastante desde aquel primer año de sufrir en completo silencio, sé que hay heridas con las que uno aprende a vivir, heridas a las que les tomas cariño, heridas que puedes besar porque ya no sangran, pero aun así tengo cuidado con ellas porque tú pequeña eres una de ellas.
Y quizás deba acostumbrarme a hablar con el silencio, sé que sueles esconderte en él, que estas aquí, que he de resignarme y por fin dejarte ir.
Sigue con los ojos cerrados, cantando entre nubes pomposas, sonríe pequeña que tú más que nadie lo merece...
Te quiero con el alma triste y dormida.
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Equipaje de cabina
Que difícil empezar a escribir esto cuando lo has hecho tantas veces....
Corría marzo de este año llegaba de unas vacaciones increíbles, con un equipaje cargado de abrazos, mimos y buenos deseos, con unas ganas enormes de comerme el mundo de un solo bocado...
Paso el tiempo y cogí otro avión para llenarme de experiencias, absorber conocimiento, sí ese conocimiento con el que te gusta hacer malabares y con el que pretendias ilusionarte y crear grandes cosas.
El reloj y el tiempo no se detiene por nadie, conociste gente que te sonrió, que te abrazo y te apuñalo a la primera de cambios, gente que te mostró su apoyo pero solo querían tomar un trozo de tu éxito, conociste la envidia, la rabia, la impotencia y no, no eran cosas nuevas para ti, solo eran viejas amigas que resurgían de las ruinas, pero tú seguiste a 100 kilómetros por horas hasta que te estrellaste...
Te estrellaste y caíste a un pozo sin fin donde te hundiste, quizás la corriente es quien te mueve y la verdad no te incómoda, te sientes liviana o quizás muy pesada, el equipaje pesa y eso que has agotado los recursos y las muestras de afecto para no llegar a esto.
Libera la carga pesada, si bien tocaste fondo fuiste capaz de buscar ayuda, recuerda que todo ave fénix renace de las cenizas, pero si vas a renacer promete que nadie más te va a herir de la forma en que tú lo hiciste, porque no te lo mereces.
Tienes permitido llorar una vez más por todo lo que has pasado, solo una más y prometerte que será la última, deja que el sedante haga efecto, ve a dormir sin esa carga en tus hombros, sin ese nudo oprimiéndote el pecho y las lágrimas, mañana habrá tiempo de secarlas y habrá una resplandeciente sonrisa iluminando tu cara, porque nada esta del todo perdido y siempre habrán más aviones y equipajes nuevos por acarrear.
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Desde las ruinas...
Sí este es un proceso, una etapa, una prueba, un examen, realmente espero que no me mate, porque me esta consumiendo de a poco, me estoy mordiendo la lengua y eso significa que me estoy envenenando a cada mordida.
Se me esta yendo la vida y no estoy haciendo nada por detenerla, la estoy dejando ir, me dije a mi misma vive y las ganas se quedaron cuando decidí existir.
Me convertí en aquello que prometí destruir, me estoy convirtiendo en una versión de mí que no es familiar. Porque me miro al espejo y no me reconozco, no soy yo, no soy yo, o sea pareciera que si lo soy, pero no, por fuera se parece a mí, pero por dentro... Por dentro una luz que se apaga.
Tanta dosis de realidad esta terminando conmigo, debo pedirme disculpas porque esta consumiendo todo aquello que deje atrás, por que duele respirar, estoy recayendo en aquel agüjero del cual tanto me costo salir una vez y esta vez no se si saldré ilesa...
La última vez eran rasguños de tu lucha por salir de ahí, pero la vida se ve más bonita desde el piso, pero sería mucho más bonita si te pusieras de pie, sacudieras tu vestido y siguieras adelante.
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Adiós a mi lugar feliz…
Empiezo a escribir esto sin saber ni siquiera que estoy diciendo, ni mucho menos sabré que dije cuando haya acabado, porque es imposible tener la certeza de lo que se está diciendo cuando estas sufriendo, si es que estás sufriendo realmente.
La verdad es que no quiero saber de ello, quiero estar inconsciente al terminar de despedirme de aquel lugar en el que fui feliz, y sí, FUI feliz, pero ya no, podría decir que es un placer que una persona te deje de doler, que te deje de importar, que le dejes de querer.
Adiós… adiós al lugar en el que fui feliz.
Adiós… adiós al lugar en el que volví a amar la vida.
Adiós… adiós al que creí que era el amor de mi vida.
Escribirlo es realmente fácil, decirlo no tanto las palabras se atoran en el nudo que tengo en la garganta, ese que presiona ahí donde duele, donde evitas a toda costa que se derramen las lágrimas, ya esta dicho, en tu mundo no encaje, ni encajaré, así como yo solo cree un lugar de fantasía donde te tenía, al que me iba cuando estaba triste, lugar que hoy desaparece entre las ruinas de un corazón amante de los acantilados de mi pecho, acantilados de los cuales siempre termina cayendo haciéndose pedazos.
Despedirse duele, siempre duele, por eso siempre evito las despedidas o simplemente me voy sin decirle a nadie, y no sé que es peor.
. . .
Te amé, juro que lo hice, donde quiera que vaya te llevaré en mi alma y en el corazón. En esta vida solo fuimos un instante, aunque no te pude tocar, no te pude besar, no te pude abrazar, te convertiste en un ser valioso porque tocaste mi corazón y entraste en él sin preguntarle a nadie, me hiciste sentir querida, volví a creer en lo que creía perdido, contigo me ilusione y después llore, contigo me reí, contigo me sentí segura de decir todo lo que sentía, lo que pensaba, contigo no había secretos, contigo saque mi lado más cursi, tierna y pervertida al mismo tiempo…
pero todo eso se ha ido,
todo eso se acabo…
Se acabo de la misma forma que empezó, rápido, sin preámbulos, sin tantas vueltas, se acabo sin más.
Y te pido perdón, porque ya no puedo seguir en tu vida, pero ni siquiera puedo seguir con la mía.
A life in a paper - Written by Ninny.
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